El próximo Domingo, día 22 de Junio, nuestro compañero y amigo
José Vicente Padilla nos guiará por las intrincadas calles de Los Realejos, bonita y recoleta localidad del norte de Tenerife. La caminata es con coche particular. Hemos quedado a las 9.00 en la Plaza de San Agustín, en Los Realejos. Acabaremos como a las 17:00 horas. Por favor, si vais a
asistir a la
excursión, dejad en el contestador del móvil del grupo vuestro mensaje
antes de las 24 horas del próximo jueves. No olvideís imprimir la hoja
de actividades, rellenarla,
firmarla y entregársela al guía antes de comenzar la caminata.
Os trasmito lo que me ha enviado nuestro compañero y amigo José
Vicente:
" Recomendable: Fotoprotector, chubasquera o algo de abrigo, sobre todo para la
zona alta.¡ No olviden traer ropa de caminar ! Prismáticos, para poder ver
desde el Mirador del Lance, o lo que se tercie."
Para el próximo Domingo 22 de Junio, tenemos prevista una Excursión, que les
llevará a conocer Los Realejos, no sólo como lugar urbano sino también desde el
punto de vista de su visita al Patrimonio Histórico y Artístico, y, por
supuesto, su Patrimonio Natural.
Nos reuniremos a la hora prevista, en la Plaza de S. Agustín, frente
a la Iglesia del Carmen. Allí hay aparcamiento suficiente para poder dejar los
coches. Les daré, una explicación histórica breve, de cómo surgió Los Realejos,
que, si bien es un Municipio reciente desde que se unificaran los 2 Realejos,
Alto y Bajo, su fundación y, como entidades independientes, se extienden casi al
finalizar la conquista de Tenerife. Frente al solar de lo que llegó a ocupar la
antigua Casa Consistorial del Realejo de Abajo (hoy ocupada por un edificio de
"Telefónica"), saldremos una vez comentada la unión de los 2 pueblos, hacia el
Realejo de Arriba (Realejo Alto), para visitar la que se considera como la
parroquia más antigua de Tenerife, la Matriz de Santiago Apóstol, que se yergue
donde, según la tradición y la Historia, tendría lugar la batalla decisiva que
dejaría la Isla ya bajo dominio Castellano.
Muchas son las obras de arte a admirar en esta parroquia, la única
hasta ahora, conservada intacta ya que las demás construcciones religiosas se
han perdido "víctimas" de diversos incendios. Ubicada en la Plaza de Viera y
Clavijo, en honor al célebre y polígrafo Realejero, se puede contemplar el
imponente Barranco Godínez que sirvió durante siglos entre otras cosas, como
frontera natural entre los 2 Municipios, hoy ya unidos. La puntiaguda y original
torre de Santiago, que data del s. XVIII, apunta al cielo, convirtiéndose en
icono, durante mucho tiempo, de este pueblo (a escala pequeña como la "Giralda"
para Sevilla o, la Eiffel para París...).
Una vez visitado el entorno y la iglesia, nos dirigiremos hacia la
calle donde se encuentra la casa natal de José de Viera y Clavijo (hoy en día,
particular), una placa recuerda el sitio. A partir de aquí, empiezan la cuestas
más intensas, en dirección a la zona del Tanque de Arriba hasta llegar al
Caserío de la Madre Juana, al pie de la Montaña de Tigaiga, admirando y
disfrutando del cómodo paseo que nos conduce al Mirador del Lance, donde según
la leyenda, el Mencey Bencomo al ver perdida la lucha contra los Castellanos,
toma la decisión de "lanzarse" al vacío, de ahí el nombre. Ésta será la parte
más elevada de nuestra excursión, y, las vistas que pueden disfrutarse de todo
el Valle de la Orotava y gran parte del Norte de la Isla, lo convierten en uno
de los miradores más frecuentados y más bonitos. Allí hay también una cafetería,
lugar ideal para si desean, tomarse cualquier cosa, comer la manzana, o,
almorzar.
Desde el Mirador del Lance tomamos el desvío que nos hace bajar por
el antiguo Camino Real de las Vueltas de Icod el Alto, al antiguo núcleo del
Realejo Bajo, pero llegamos primero a la Cruz del Aserradero y desde allí
podremos contemplar, mirando hacia arriba, la impresionante pared que configura
la Ladera de Tigaiga.
Desde la Cruz del Aserradero tomamos rumbo hacia la Hacienda de la
Coronela, una de las más importantes de la Isla y, actualmente bien conservada.
Subimos una pequeña cuesta para llegar al Lomito Baso y, luego hacia el Drago de
S. Francisco que corona esa subida que, desde Realejo Bajo va ascendiendo hasta
La Callita. Este drago es uno de los más bonitos y ocupa parte del solar que
antiguamente formaba parte del desaparecido cenobio Franciscano de Sta.
Lucía.
Bajando por la Calle Cruz Verde, en la capilla, ya se empieza a ver
el ambiente de confección de alfombras florales que, al paso de los años,
afortunadamente, ha ido en aumento. La "competencia" o "pique sano", puede verse
en la otra calle rival, la del Medio, también entorno a su capilla, los
vecinos/as confeccionan artesanalmente sus alfombras.
Antes de dirigirnos al núcleo central del Realejo Bajo, pasaremos por
la Hacienda Realejera por excelencia, la de Los Príncipes, que veremos desde la
Plaza de S. Sebastián, sus muros, sus jardines y su pequeña ermita.
A pocos metros entramos ya en la Plaza de La Concepción, única en su
género y, de las pocas que existen en Canarias, donde se concentran edificios de
muy diversas épocas en un único espacio: desde el s. XVI al XXI.
La iglesia de La Concepción, con sus más de 1.000 mts. cuadrados, es
el mayor edificio religioso de nuestro Municipio y, además de las mayores de la
Isla, lo que nos hace verla como nuestra "pequeña Catedral". Lamentablemente,
fue el último edificio que se perdió en un gravísimo incendio, año '78,
desapareciendo todo su patrimonio histórico, artístico y religioso, salvándose
únicamente la bellísima imagen del Rosario. Actualmente, reconstruida
afortunadamente, y reabierta al culto desde 1.993, ha vuelto, poco a poco a
recuperar parte de su esplendor, como el baldaquino o, andas del Corpus que,
afortunadamente se han vuelto a recuperar. No obstante, la Sacristía Baja, donde
se encuentra el Tesoro, no se vio afectada por el fatídico incendio. Tendremos
la ocasión, quien desee, de poder subir a la torre, una vista recomendable,
donde podremos apreciar las campanas "supervivientes", que nos saludaran con
toques para la solemnidad de este día.
Las fiestas del Corpus tenían en el Realejo Bajo, un gran auge, casi
similar al de la vecina Orotava, celebrándose conjuntamente con la Festividad
del Corazón de Jesús, aunque el ámbito de las alfombras no llegaba más allá de
la plaza.
Una vez concluida la visita a la iglesia de la Concepción, volvemos
a los coches por la misma calle hacia la Plaza de S.Agustín. Opcionalmente, se
puede terminar la visita desde allí, en coche, en la Rambla de Castro."